Hace unos años estuve en un rincón salvadoreño. Fue mi primer contacto con El Salvador y su gastronomía. Ayer pude vivir un momento parecido, en el auténtico El Salvador, el país escondido entre Guatemala y Honduras.

En aquella ocasión estuve en ese restaurante durante unas horas que, sinceramente, creo que han superado el tiempo total que he estado en el país en el día de ayer. Mi intención era quedarme a dormir en San Salvador (capital de El Salvador), pero la propia ciudad me pedía salir de allí lo antes posible: caos, música a todo volumen saliendo de cada puesto, que mezclada resultaba una masa de decibelios sin orden… contaminación, poca oferta hostalera… Total, que vi la oportunidad de coger un autobús a media tarde hacia Honduras y así lo hice.

El resumen de la jornada de ayer: me desperté a las 3:00 en Antigua, Guatemala. De ahí me fui a Ciudad de Guatemala, donde salía un autobús a San Salvador a las 6:00. Llegué a las 12:00 (contando el cambio de frontera), y a las 15:00 me estaba yendo hacia Honduras. Llegué a las 21:00 a Santa Rosa de Copán, Honduras (también cambiando la frontera), con lo cual, en un día he cambiado de país dos veces. Mi bolsillo parece un crisol de divisas pendientes de cambiar (tengo quetzales guatemaltecos, dólares salvadoreños -del colón salvadoreño, ni rastro- y lempiras hondureños). Un lío.

Mi paso por El Salvador ha sido fugaz. Juro que pretendía haber estado un día, pero el camino me ha empujado a seguir. Incluso los propios salvadoreños me recomendaban no quedarme. Con respecto a la frontera, sólo miran que tu nombre esté en la lista que el autobús les ha proporcionado. Ni siquiera te sellan al entrar o al salir. Es lógico, por tanto, que mi paso por El Salvador haya sido casi de tránsito. Eso sí, las pupusas estaban tan ricas como las recordaba. Y la gente, una vez más, es muy muy muy dulce y amable (ayer estaban paralizados por el Barcelona-Madrid, jeje, cómo lo viven).

Ahora estoy en Honduras. Daré una minivuelta por la zona hasta el domingo, donde llegaré a la temible Tegucigalpa.

Un comentario para “El otro rincón salvadoreño”

  • Foto del avatar
    Oli

    Fe de erratas: cuando he dicho «dólar salvadoreño», me refería al «dólar norteamericano», que es la moneda con la que se manejan en El Salvador, Panamá y también aceptada en Honduras y otros países (según parece, también Costa Rica).

    OLI I7O

Los comentarios están cerrados.