Muchas cosas han pasado en estos días que llevo sin escribir. Seré breve.
Muchas cosas han pasado en estos días que llevo sin escribir. Seré breve.
No todo iba a ser happy happy aquí. Hoy he estado en uno de los pueblos del Chiapas profundo, San Juan de Chamula. No dejaban hacer fotos en el interior de la iglesia, pero yo, en mi afán informativo, he deslizado la cámara desde mi chaqueta y… clic.
Aquí en Chiapas la vida es más tranquila que en DF, y encuentras una sinfonía de turistas, perroflautas residentes, y curiosos en general que conforma una tierra única en el mundo. Además, los indígenas mayas son una gente excepcional, adorable, sin malicia alguna y trabajadores.
De las causas perdidas o ganadas, según se mire. Porque en Chiapas no hay consenso sobre si la revolución zapatista fue o no un éxito.
Como se veía venir, mi conexión es ahora más limitada. Así que vayamos al grano. Salí ayer lunes de DF. El trayecto hasta Oaxaca es ESPECTACULAR, por un paisaje entre las montañas con subidas y bajadas de hasta 800 metros de diferencia.
A punto de salir de DF hacia Oaxaca, os dejo los pros y los contras de esta ciudad. Un resumen en diez puntos: cinco negativos y cinco positivos sobre México DF y sus habitantes, los defeños:
La Plaza de Insurgentes es como un ruedo salvaje donde encuentras de todo. Vendedores, mendigos, timadores y gente sin nada que hacer son sus principales pobladores. A veces pienso que esta plaza es como Ciudad de México, pero en miniatura. Incluso está en un valle rodeado de montañas, las avenidas que confluyen en la rotonda.
Hoy he vuelto a Tepito. En mi primera visita quedó pendiente conocer un centro social deportivo de boxeo, gracias a un contacto directo allí dentro. Pluma, ligero, welter, pesado… el centro estimula el deporte entre los niños como arma contra la (mala) vida en la calle, sin tener en cuenta sus pesos.
Barrio de Malasaña, Madrid, 2007. En la calle del Pez, casi esquina con San Bernardo, está la estatua de hierro de Julia, una estilizada chica que sostiene una carpeta. Yo vivo al lado de Julia, y sospecho que todas las noches sale a bailar amparada por la oscuridad, sin que nadie la vea
Para hablar de arte, no siempre es necesario ser un experto en la materia. El arte habla por sí mismo, y a veces nos hace hablar a los que contemplamos las obras, siempre que estamos ante algo indiscutiblemente grande.