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Piotr Olifovsky
Piotr Olifovsky es un autor teatral especializado en musicales que ha revolucionado el panorama mundial con su innovadora concepción de cada obra.
Hoy por hoy, nada se sabe a ciencia cierta de los orígenes de Piotr Olifovsky, el renovador del género musical que conmueve los teatros del mundo entero. ¿Es acaso un descendiente de esos judíos que se afincaron en Hollywood al fundar la ciudad? Ello explicaría su conocimiento de los musicales clásicos. ¿Trabajaba acaso en el teatro Bolshoi de Moscú y se trasladó a Occidente tras la caída del muro de Berlín? Esto justificaría su depurada técnica y perfeccionismo formal.
Piotr Olifovsky
Una de las pocas fotos existentes del supuesto Olifovsky.
Nombre real:
Piotr Olifovsky
Actividad:
Artes escénicas
Incluso hay quien dice que simplemente era propietario de una tienda de souvenirs en el West End londinense y se empapó de retazos de conversaciones oídas a técnicos y público, lo que nos daría la pista del origen de su estilo postmoderno.
Pero poco de eso importa, centrémonos en su obra, que es lo realmente relevante de su persona.
«The Lord of the rings: The musical»
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Las primeras referencias que tenemos de Olifovsky las encontramos en una reseña publicada en Australia, en el Sydney News en enero de 2005 a propósito del estreno de «The Lord of the rings: The musical». La reseña va firmada por Francis Matphew y dice así:
«Anoche asistí a una de esas veladas que hacen del musical australiano el más pujante y original del mundo mundial. Ni más ni menos que el estreno absoluto de «Lord of the Rings – The musical», basado en la trilogía escrita por J.R.R. Tolkien, otro nativo de nuestro hemisferio, concretamente de Sudáfrica.
Magistralmente adaptado y dirigido por Piotr Olifovsky, «Lord of the Rings – The musical» es un emotivo viaje iniciático por la Tierra Media. Son 5 horas que pasan como un suspiro en las que se abarca el amplio universo tolkieniano, no quedándose en una mera repetición de los mitos de la trilogía, sino reinventándolos y reinterpretándolos. Desde el patetismo de Gollum (que borda el tema «Soy rebelde»: «Yo soy rebelde porque Mordor me hizo así / porque Sauron me ha tratado sin amor…») hasta el espléndido dúo de hermanamiento entre el Bien y el Mal, cuando Gandalf y Sauron-El Ojo cantan «I’ve seen it all». Sin olvidar el homenaje al París más festivo (el del Moulin Rouge y el cancán) que puede apreciarse claramente en el número de los Jinetes Negros, aquí rebautizados como The Happy Horse Men. Memorable el momento en el que se despojan de sus negros y sombríos harapos para aparecer ataviados cual personajes de un cuadro de Toulosse-Lautrec e interpretan «Somos chicos pistoleros / rubios y morenos / venimos de París / usamos medias amarillas / zapatos con hebillas / y hablamos en francés…».
El público (entre el que se encontraban celebridades como Peter Jackson, Chiquito de la Calzada y Naomi Watts) disfrutó de lo lindo, interrumpiendo varias veces la representación con sus ovaciones, la mayor de las cuales fue para «Tonight», el tema a cuatro voces interpretado por Aragorn, Frodo, Legolas y Gimli. Y no es para menos, la unión de las líneas dramáticas de la historia es prodigiosa («Tonight I’m gonna be a king, tonight!!!», «Tonight I’ll throw the ring, tonight!!!», «Tonight we kissi-kissi, tonight!!!»).
Se espera una versión extendida «Uncensored – Director’s play» (de 8 horas) con aquellos números que tuvieron que eliminarse de la versión familiar por su evidente contenido sólo para adultos, como el dúo entre Legolas y Gimli «las cosas de Lórien», una copla pícara y descarada: «Tú eres alto / Yo, bajito / Tú eres elfo / Yo, enanito / A ti te gusta el follaje / A mí el pico manejaaaar!!! / Son las cosas de la vida / Son las cosas de Lórien…»
Estoy deseando que empiece su gira mundial (ya hay reservadas actuaciones en Londres, París, Berlín, Nueva York, Chicago y La Alcayna) para ver las caras de estupefacción de los cabeza-abajo.»
«Gutenberg: The musical»
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La siguiente referencia a Piotr Olifovsky la encontramos en Nueva York, donde en septiembre de 2007 se representaba en Greenwich Village «Gutenberg: The musical». «The Village Voice» decía sobre este musical:«Una vez más, Piotr Olifosky nos sorprende con otra refrescante aproximación al género musical, en esta caso apoyándose en un personaje histórico, Johannes Gutenberg, el inventor de la imprenta moderna. Si su anterior montaje («The Lord of the Rings») era apto para todos los públicos, en esta ocasión nos encontramos ante un espectáculo adulto y posmoderno en el que se deconstruye y reconstruye la vida de este herrero alemán, deviniendo la narración en metáfora de la civilización occidental, de la sociedad de consumo y del nihilismo contemporáneo. A destacar el número musical «Write Machine», una pieza casi de rock industrial en el que Ennelin (la novia del protagonista) le reprocha el ruido infernal de la maquinaria que está construyendo y en el que Gutenberg sólo oye melodías celestiales (con claras influencias del «Cvalda» de la cegarruta de Bjork y su amigota Catherine Deneuve), así como «Am Anfang schuf Gott Himmel und Erde», la primera frase de la biblia alemana que recitan emocionados (rapean, más bien) Johannes Gutenberg y su ayudante Peter Schoeffer cuando de la imprenta salen los primeros pliegos impresos, una canción que nos recuerda al «Do, Re, Mi» de «The sound of music». En definitiva, otro musical que hará historia y del que ya está prevista una gira internacional por Houston, Pennsilvania, Caelebia y Lepe.»
«69»
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La última referencia de la que disponemos de este misterioso personaje es de abril de 2008, fecha en la que montó un musical alternativo titulado «69» en un café-teatro del Raval, en Barcelona. Se trataba en esta ocasión de una historia de amor con música estaba extraída de un triple CD de The Magnetic Fields titulado «69 love songs» que intenta ser un amplio recorrido (sui generis, todo sea dicho) por el sentimiento amoroso. Con tantas canciones el espectáculo fue irregular, aunque incluía un puñado de joyitas pop que repasaban el flechazo («Well I’m sorry that I love you / It’s a phase that I’m going through / There is nothing that I can do / and I’m sorry that I love you»), los reproches («… I could make you fly away / but I could never make you stay / You said you were in love with me / Both of us know that that’s impossible»), la atracción sexual («A pretty girl in her underwear / A pretty girl in her underwear / If there’s anything better in the world who cares»), la ruptura («So it’s over, you and I / Was my whole life just a lie? / Yeah! Oh, yeah!»),…